El Área Metropolitana de Granada se encuentra entre los primeros focos de contaminación atmosférica del país, por delante tan solo de Barcelona y Madrid.
El Área Metropolitana de Granada es una de las zonas de España con mayores problemas en calidad del aire y de ruidos, fundamentalmente como consecuencia del tráfico rodado y la intensa movilidad que la caracteriza, fruto de su transformación en ciudad dormitorio. El funcionamiento de la gran cantidad de calderas de gasoil de las zonas residenciales, y las habituales quemas de rastrojos y otros desechos forestales en las zonas agrícolas, son otras de las fuentes que originan esta contaminación. Por este motivo, las dos EDUSI coordinadas por la Diputación de Granada recogen entre sus líneas de actuación el control de la calidad del aire y el confort acústico, con un presupuesto de algo más de 820.000 €.
La Delegación de Medio Ambiente y Protección Animal convoca, el 18 de diciembre de 2020, a representantes de los 18 municipios incluidos en ambas estrategias de desarrollo urbano, para presentarles los bloques de trabajo que, durante los próximos 3 años, se desarrollarán en esta línea, todos destinados a sentar las bases para una mejora de este grave problema ambiental con el que convivimos diariamente y que afecta de manera directa a la salud.
Multitud de datos corroboran la gravedad: se contabilizan 30.000 muertes al año en España relacionadas con la contaminación atmosférica; según la Agencia Europea de Medio Ambiente son innumerables los efectos que un aire contaminado tiene sobre la salud humana: dolores de cabeza y ansiedad, problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares, impactos en el hígado, el bazo y la sangre, afecciones en el sistema reproductivo….
En este marco, considerando que es una cuestión que supera la escala local, la Diputación de Granada da un paso adelante para plantear posibles soluciones, incluyendo estudios y trabajos técnicos para tener un diagnóstico real de la situación y realizar una planificación, que facilitará la hoja de ruta de actuaciones tanto en el corto-medio plazo, como en el largo (una vez hayan finalizado las EDUSI).
El diagnóstico de la situación se inicia durante las próximas semanas en ambas zonas, a través de pequeños dispositivos Smart Sense que se colocarán en diferentes puntos de cada uno de los municipios. Se medirán los niveles existentes de los contaminantes atmosféricos básicos: CO (Monóxido de Carbono), SO2 (Dióxido de Azufre), O3 (Ozono), NO2 (Dióxido de Nitrógeno) y partículas en suspensión.
La Delegación de Medio Ambiente y Protección Animal entiende la importancia de esta oportunidad, que permitirá sentar las bases y avanzar en una problemática que lleva mucho tiempo afianzándose sin que se implanten medidas reales que frenen su expansión, a pesar de que, como ocurre en muchas otras cuestiones ambientales, hay una incidencia clara en la salud de la población.